Puerto pesquero Matejuška
Durante siglos Matejuška fue un puerto pesquero de Split, desde el cual los habitantes del barrio Veli Varoš zarpaban en barco para poder alimentar a sus familias. Hoy en día también hay decenas de barcos anclados, se pueden ver las redes extendidas para secar, se preparan y venden cebos. Ahí se encuentra el monumento a los pescadores - un gran anzuelo. Matejuška es también conocida por las tertulias de los enamorados de sus aromas y sonidos, siempre puedes verlos reunidos de buen humor en torno a una parrilla con la pesca del día, a menudo también acompañados por el canto y el buen vino. Edo Šegvić, conocido cronista de Matejuška y autor del proyecto de su reciente re-estructuración, dice que a pesar del crecimiento y desarrollo de la ciudad, Matejuška sigue siendo un oasis de tradición conservada que siempre ocupa un lugar especial en el corazón de los ciudadanos de Split. Entre las muchas historias relacionadas con este lugar es particularmente conmovedor la de Roko y Cicibela, dos pescadores pobres que vivían en el barco de pesca y se mantenían del trabajo temporal y de su amor indestructible.
En el muelle de Matejuška estaba la sede del Club Gusar, club de remo, cuyos atletas han ganado medallas olímpicas y campeonatos europeos y mundiales. En los años 1950 y 1960 en el Club se organizaban famosas noches de baile. Desgraciadamente, el edificio fue destruido, pero la re-estructuración de 2011 ha traído de nuevo la vida a Matejuška. Recientemente es uno de los lugares más populares de encuentro entre los jóvenes de Split así como de los turistas que están hartos de los bares de costumbre y prefieren conocer la auténtica vida de la ciudad tomando bebidas compradas en tiendas cercanas y sentados en una de las paredes de Matejuška. Así que el viejo puerto se ha convertido en un lugar donde es más fácil lograr el contacto entre los lugareños y los visitantes, ambos disfrutan mucho. Si alguien tiene hambre, hay muchos restaurantes y tabernas alrededor de Matejuška, el más popular es el mítico Fife, atrae a los que están deseosos de sentir el espíritu de la ciudad donde han elegido pasar sus vacaciones.